Intérpretes y traductores amplían sus servicios durante la COVID-19 en VCU Medical Center
August 12, 2020Reportaje del Centro Wright para la investigación clínica y translacional
Fotografía: el equipo de servicios lingüísticos de VCU Health: en persona y virtual. De izquierda a derecha: Pilar García, Clara Dutari, Liliana Valladares, Evan Lee-Ferrand, David Eddington y Jen Ayala.
La comunidad latina ha sufrido un duro golpe con el coronavirus
Clara Dutari es bilingüe, interpreta para pacientes que hablan español en VCU Health. Pero en su trabajo no solo cambia unas palabras por otras, como un diccionario de inglés-español, como intérprete proporciona un contexto, matices e intuición para mejorar la comunicación.
Dutari, una de los seis intérpretes y traductores de VCU Medical Center, a veces ve como el paciente asiente con la cabeza cuando habla el médico, pero solo con mirar sabe que el paciente no comprende. Ella le pregunta si ha comprendido y completa la información. El otro lado de la moneda es cuando interpreta del español al inglés, Dutari añade cualquier matiz cultural reflejado en la variedad lingüística del paciente para garantizar que el médico comprenda todo.
Más hablantes de español solicitan atención médica debido a la COVID-19
Con la COVID-19 afectando de manera desproporcionada a la comunidad latina, más hablantes de español con un inglés limitado solicitan atención médica en VCU Health. Al mismo tiempo, las restricciones a visitantes han limitado la posibilidad de llevar amigos o familiares. Los intérpretes y traductores de VCU Health trabajan más horas para atender al número creciente de pacientes que hablan español en VCU Health.
Los intérpretes hacen una media de 4 a seis horas al día de interpretación continua, acompañan a los pacientes en la totalidad de su cita médica. Un traductor de VCU traduce una media de 45 a 60 documentos al mes, cada documento comprende una media de 1 y 10 páginas.
El acceso a la salud incluye el acceso a la lengua
Evan Lee-Ferrand, supervisor del equipo de intérpretes médicos de VCU Health, dirige un equipo de seis empleados a tiempo completo: dos intérpretes de español, una traductora de español, una coordinadora de programa y una intérprete de lenguaje de signos. Además de 13 intérpretes autónomos de español y otras lenguas como árabe, chino y vietnamita. “Traducir e interpretar requieren capacidades diferentes” dice Lee-Ferrand. “En un documento escrito, somos fieles al texto. En la interpretación, hay coloquialismos, jergas y está el contexto. No se trata de interpretar palabra por palabra, sino ideas”.
Los dos trabajos son esenciales en el apoyo a la experiencia del paciente en VCU Health, especialmente para la comunidad latina que supone un 6.7 por ciento de la población de Richmond. El acceso a la salud significa tener acceso a intérpretes y traductores médicos capacitados y certificados.
“Muchas personas no se paran a pensar que muchas de las conversaciones que se tienen son fáciles porque se usa un intérprete” comenta Lee-Ferrand. “Estamos capacitados en memoria, cómo manejar la conversación y los procesos cognitivos simultáneos, en donde el intérprete escucha e interpreta al mismo tiempo”.
Los intérpretes se preparan para los desafíos que supone una situación delicada. Lee-Ferrand recuerda haber interpretado en una clínica al este de Virginia en donde un familiar estaba interpretando para una paciente. A este familiar no le gustó ver llegar a Lee-Ferrand para hacer su trabajo.
“El familiar se marchó y la paciente se volvió y me dijo, por primera vez en siete años he comprendido cada palabra que me ha dicho el doctor” dice Lee-Ferrand. “Y por una vez el médico puede escuchar todo lo que le digo”.
Una palabra mal definida puede tener consecuencias graves
Con un virus nuevo hay muchas incertidumbres y los pacientes tienen que comprender los riesgos y beneficios en cada decisión que deben tomar. Los pacientes deben tener confianza y saber que están recibiendo la información correcta, sin filtros. Esto supone otra presión para los intérpretes que saben que sus palabras tienen un mayor impacto en las decisiones que toman los pacientes.
Los intérpretes usan su conocimiento cultural y experiencia médica para cubrir las lagunas al completar el historial médico. También deben interpretar una gran diversidad de variedades lingüísticas, palabras que pueden traducirse oficialmente de una manera pero que conllevan un rico contexto cultural dentro de una comunidad en particular.
“Cada vez que vemos una diferencia cultural en la lengua o en la gramática que pueda suponer una barrera cultural, nos aseguramos de que se traduce todo”, dice Lee-Ferrand.
Nuevos desafíos, y oportunidades, con la COVID-19
Los intérpretes médicos han experimentado los dos, desafíos y oportunidades con la COVID-19. Por un lado, interpretar en persona es más importante que nunca. Los pacientes hospitalizados que normalmente tienen un familiar para ayudarles, están ahora solos haciendo la cuarentena. Y los supervivientes de la COVID-19 deben comprender la importancia de la cuarentena y de otras precauciones que deben tomar al salir del hospital.
Por otro lado, interpretar en persona expone a los intérpretes a la infección. La tecnología mediante video ha permitido a los intérpretes conectar con los pacientes en sus habitaciones de manera virtual a través de pantallas de alta definición.
“La COVID ha forzado a nuestro departamento a cubrir más pacientes, a proporcionar más servicios incluidos los pacientes ingresados”, dice Dutari.
Ahora Dutari y su colega David Eddington cubren a los pacientes hospitalizados a tiempo completo y el departamento ha contratado a otro intérprete para cubrir las citas de pacientes externos que anteriormente tomaba la mayoría del trabajo.
“Como intérpretes, estamos ahí todo el tiempo”, dice Dutari. “Interpretamos para enfermeros, residentes, farmacéuticos. Puesto que estamos presentes en estas citas, podemos asegurarnos de que toda la información está a disposición del paciente”.
La ampliación de los servicios fomenta la diversidad de los ensayos clínicos
El equipo de servicios lingüísticos también hace posible que los hablantes de otras lenguas participen en ensayos clínicos para la COVID-19.
Los ensayos clínicos ofrecen a los pacientes diferentes posibilidades, especialmente importantes en medio de un nuevo virus con muy pocos tratamientos autorizados. Si no hay intérpretes y traductores para asegurar que el paciente que no habla inglés comprende los riesgos y beneficios de un ensayo, el paciente no tiene esta opción.
Traductoras como Pilar García hacen posible esta opción para los pacientes hispanos al traducir las páginas de estos documentos importantes, como consentimientos e instrucciones del alta médica. E intérpretes como Dutari garantizan que los investigadores y pacientes que participan en un ensayo clínico siguen los mismos criterios.
“La participación de diferentes poblaciones mejora la fiabilidad de los resultados del estudio y el avance médico de los ensayos clínicos nos lleva a la atención médica de todos los pacientes” declara Antonio Abbate, M.D., Ph.D., doctor que supervisa numerosos ensayos en VCU Health. “Los intérpretes y traductores son esenciales en nuestra capacidad para ampliar el acceso a los ensayos. Han ido más allá de su trabajo durante la pandemia”.
Como director asociado en el Centro de investigación translacional y clínica C. Kenneth y Dianne Wright, Abbate forma parte de un comité que evalúa y da prioridad a posibles tratamientos con fármacos para la COVID-19 y es el investigador principal de uno de los ensayos clínicos.
“Es de vital importancia tener todo correcto al interpretar y traducir estos ensayos,” dice Dutari. “Nosotros no solo repetimos el mensaje, trabajamos con el equipo del estudio para trasladar el mensaje correcto. Pienso que esto nos hace mejorar como equipo”.
El equipo de informática del Centro Wright, que trabaja en el control de datos de los ensayos clínicos, informa que el 13 por ciento de los participantes de ensayos clínicos de la COVID-19 se identifican como hispanos o latinos, algunos son hablantes de español o con un dominio limitado del inglés.
Dutari añade que la mayoría de los pacientes comprende la importancia de su participación, no solo para ellos sino para el conocimiento científico que los ensayos aportarán a todos los pacientes afectados por la COVID-19.
A pesar de tener más presión, trabajo y riesgo al trabajar en primera línea, el equipo de traductores e intérpretes médicos disfruta con su trabajo.
“Cada día hay algo nuevo,” dice Dutari. “Me encanta el desafío y la creatividad que nos provoca esta situación. A todos nos apasiona ayudar a nuestros pacientes y es esto lo que nos motiva.”